sábado, 7 de septiembre de 2019

Los 6 (7) tresmiles más orientales de los Pirineos (Pica d'Estats)


El sábado pasado decidí hacer realidad un plan que tenía en mente desde hacía bastantes años.
De hecho, había quedado casi en el olvido, pero algunas subidas este verano al Posets y el Perdiguero (zona de Benasque) me hacían pensar por qué no volver a subir a la cima de Cataluña.

Viendo otros blogs (que lo describen mucho mejor) parecía factible hacerlo, coronar todos los tresmiles de la zona "Pica d'Estats", los tresmiles más orientales de los Pirineos.
Con este objetivo me desperté el sábado a las 05:05 en el hotel Saloria de Alins. 
Un buen desayuno, una ducha, crema solar y a las 05:50 cogí el coche para efectuar los 5 kms asfaltados a Àreu y después 10 kms más por una pista forestal que me llevaba al inicio de la ruta, el parking de la Molinassa (1800m).
Había leído que habían arreglado esta pista, pero la verdad es que necesité 40' para pasar esta incómoda pista, frenado también por otros coches que también habían madrugado.

Llego a las 06:44 y a las 6:47, todavía oscuro, inicio la ruta de los Tresmiles.
Hace frío, unos 8÷9 grados, pero todo hace prever un día caluroso. La previsión era que por la tarde llovería, pero de momento no tiene pinta de hacerse realidad.

En 14 minutos llego, a ritmo ligero y ayudado por el frontal, al refugio de Vallfarrera (1940), todavía oscuro.


Justo antes del refugio, cogemos el camino hacia la derecha, que sube fuertemente hacia arriba, y poco a poco empieza a salir la luz. Con las piernas frescas es un tramo agradable, con varias bajadas intermedias, hasta llegar a una zona de cadenas que nos ayudan a bajar al barranco de Sotllo. 
Había subido a la Pica 3 veces entre los años 2001 y 2004, pero no recuerdo que habían cadenas. De cualquier forma, un punto extra de seguridad siempre va bien.  


La vista atrás deja ver los primeros rayos de sol sobre el Monteixo detrás de nosotros.

Tras unos 54 minutos llego al puente que cruza el barranco de Sotllo, y poco después a los Plans de Sotllo donde unos largos de madera nos facilitan el camino y así nos aseguran que vamos por buen camino. De hecho, no tiene pérdida. Además, aun habiendo madrugado, no paro de adelantar a decenas de excursionistas.




Poco después se llega al primer lago, l'Estany de Sotllo, que se deja a la derecha, y 20 minutos más tarde ya llego al Estany d'Estats, con una vista clara de los tresmiles que voy a subir, como también de la ruta clásica al Port de Sotllo por la tartera.
Ha pasado 1 hora 46 desde el coche, así que vamos bien de tiempo.



Aquí el 99% deja el lago a la derecha para subir por la Coma d'Estats, pero en mi caso lo dejo a la izquierda, para bordearlo hasta estar a la derecha donde ya se divisan los primeros hitos hacia la Cresta. El primer tramo es duro  pero no tiene pérdida y pronto llegamos a un primer collado con un precioso Estany Gelat, que aunque pequeño, deja ver el reflejo de las montañas del fondo.




Es aquí donde los hitos se pierden un poco entre tantas rocas, y cuesta seguirlos. El camino correcto se desvía a la izquierda, y yo cometo el gran error de seguir un 'aparente' camino recto hacia arriba. Es una ladera muy vertical y las piedras están muy sueltas, y cada 3 pasos me deslizo 2 hacia abajo. Voy subiendo unos 30 metros de desnivel y me doy cuenta que cada vez se vuelve más inestable. Está claro que esto no es el camino pero al girar hacia atrás veo que volver no es ninguna opción. No obstante, las piedras por debajo de mis piernas ya no aguantan más el peso y noto como me voy deslizando hacia abajo. Me freno sobre una piedra grande, y con la mano me agarro a una piedra fija pero muy lisa. El frágil equilibrio dura muy poco, y como en las malas películas... noto como la piedra grande se mueve por debajo de mis pies. Aguanto como puede con una mano, pero no tengo fuerza de aguantar mi peso y me voy para abajo. Bajo 5 metros sobre la piedra como si fuera un snowboard y con el corazón a 200 pulsaciones me paro en seco sobre otra piedra.
Definitivamente, bajar no es opción, y voy en Diagonal hacia la derecha para buscar las piedras más fijas. Son 10 minutos de ansiedad pero por fin llego a una zona de piedras fijadas a la montaña....


Veo que estoy a 50 metros la Cresta, pero no tengo ni idea dónde me encuentro. Veo claramente la Pica d'Estats, siguiendo la cresta, pero con numerosas bajadas y subidas... y sin saber si alguna de estas bajadas es un pared vertical! Aun así, voy a la cresta para tener una mejor vista del otro lado.
Llegado allí la cosa no mejora y noto como me tiemblan las piernas. Me temo que esta excursión no va a acabar bien, y la única cosa que me da algo de falsa seguridad es el casco. Nunca había temido tanto por mi vida como hoy. Un miedo que espero no pasar nunca más. Realmente terrible!!

Voy subiendo y bajando un par de tramos y de repente llego a una cima con 2 hitos muy grandes. Por fin hay una zona con cierta planitud, y cojo el mapa para ver donde estoy. El Garmin me asegura que estoy a 2966 metros y no puede ser otro pico que el Pic de Canalbona




Veo en el mapa que hay camino y me calmo un poco, aunque los centenares de metros de desnivel a ambos lados no me dejan del todo tranquilo. Por otro lado, veo como por debajo llegan dos parejas de chicos que sí han cogido el camino correcto. Quedan dos terribles bajadas y subidas para llegar por fin al Estanyet de la Conca Gelada y el port de Riufred. Llego justo delante del primer chico y me tengo que retener para no darle un abrazo. ¡Qué alegría verlo!

De todas formas, no me encuentro nada cómodo y menos haciendo la vista atrás, viendo todo el camino que he tenido que desgrimpar desde el Pic de Canalbona. En casa, lo primero que voy a hacer es comprarme el Fenix 5X con mapas en color para evitar que vuelva a equivocarme.


Bien... me giro de nuevo con la vista hacia la Pica y dirección al primer tresmil. Hay que subir y bajar primero un montículo de unos 30 metros de desnivel, por terreno seguro, y después empieza la subida corta al Pic Rodó de Canalbona de 3004 metros (3h52). No es gran cosa, un hito y poco más,   


Verdaguer, la Pica (en medio) y la punta Gabarró. 
así que empiezo enseguida con la divertida bajada que en 4 minutos me llevan al collado.

Vista atrás hacia el Pic Rodó de Canalbona
Ahora queda una muy incómoda subida hacia la Punta de Gabarró, donde inicialmente intentamos bordear por la izquierda este pico, para luego sí ir directo hacia la cima. Es tan incómodo por las muchas piedras sueltas que dificultan el progreso e incluso cuesta no deslizarse hacia atrás. Aquí el casco es casi una obligación, pues el chico que me siguió a unos 30 metros sólo por los pelos pudo esquivar una enorme piedra que rodó hacía abajo. Es muy difícil evitarlo. No obstante, en todo el día no vi a nadie más con casco....  En la parte superior es algo más fácil encontrar una zona con piedras ancladas a la montaña y así llegar al segundo tresmil del día. (21' desde el 1er 3000)

Espero un momento para que llegue el otro chico para así poder inmortalizar el momento en la cima, donde un vértice geodésico nos asegura que estamos en la punta de Gabarró de 3113 metros de altitud.
 




Queda una fácil bajada de unos 25 metros de altitud (la prominencia de este pico), y ya empieza la parte más aérea de toda la ruta. Como lo escribe Miguel Angulo en su libro de "1000 ascensiones" (libro V), un must para todos los amantes de la montaña:

La cresta oriental de la Pica es muy accidentada y presenta varios pasos poco difíciles pero bastante impresionantes. Se la ataca por una vira situada a la izquierda seguida de un pequeño diedro (3m, II superior vertical) y se pasa luego a la vertiente norte para escalar una serie de gradas en buena roca (II, expuesto).

La verdad que la roca es buena y estable, pero es una zona múúúy aéreo, y hace falta asegurar cada paso tanto los pies como las manos porque aquí el error es directamente letal.
Es como hacer una Via Ferrada sin línea de vida...


No obstante no tardo más de 15' para llegar al techo de Cataluña, la Pica d'Estats que con sus 3143 metros supera a todos los otro tresmiles de la zona. 
Aún no me he recuperado del miedo de hace una hora larga, y tan solo me hago unas fotos para seguir la ruta. Lo más bonito sin duda la vista hacia los estanys d'Estats i de Sotllo donde el azul del agua rompe la monotonía de las piedras y las rocas.




Hemos sido hoy tan solo 5 personas los que hemos querido coronar a todos los tresmiles, pero casi todos aprovechan la cercanía para subir también al Pic de Verdaguer, nuestro 4º tresmil (3133m).
Con una prominencia de tan solo 21 metros no tardamos más de 5÷7 minutos en llegar arriba.

También son muchos que aprovechan la tirada para subir al tresmil que está íntegramente en el país vecino, Francia, y que técnicamente no supone ningún esfuerzo.
Primero hay que bajar al Coll de Riufred (2980m) para luego subir en lazadas al Pic de Montcalm. En mi afán de subir a todos los tresmiles, antes del Coll me desvío unos 20 metros para subir al recién llegado tresmil, el "Cap de la Coma de Riufred" (3042m).  Es también el momento en que te das cuenta de lo absurdo que es este coleccionismo. Desde luego no vale para nada la pena hacer este desvío. No aporta absolutamente nada, pero bueno... tampoco no viene de 2 minutos...
Totalmente prescindible, eso sí.

El Montcalm, por el contrario, es quizás el único pico que sí es imprescindible, pues es el único de todos los 7 con una zona plana y cómoda para sentarse arriba. Es aquí donde puedes contemplar con tranquilidad todas las montañas de la zona y aprovechar el tiempo para disfrutar del bocadillo.

El Montcalm desde Verdaguer


Punta Gabarró, La Pica, Verdaguer y Sotllo desde Montcalm
Pero hoy no me pararía a disfrutar del bocadillo sentado. Aun con el miedo en las piernas quería llegar a casa, y lo más rápido posible. Aun quedaba el Sotllo, pero para llegar allí primero hay que bajar 300 metros al lado de un pequeño lago en el lado francés (2770m) para luego subir 120 pesados metros con las piernas ya muy cansadas hacia el Port de Sotllo (2894m). Es aquí por debajo del Port de Sotllo que siempre había visto grandes placas de nieve eterna, pero este año no había quedado más que una lengua muy pequeña.



Desde aquí (5h48) solamente faltaban los 180 metros de desnivel al Pic de Sotllo (3072m) y así coronar el séptimo y último tresmil. Más que una montaña es un montón de piedras, y en unos 30 minutos se puede subir sin demasiado riesgo. Desde la cima hay una excelente vista sobre toda la zona de la Pica, y es fácil trazar una línea sobre toda la cresta que hemos efectuado, como también el camino desde el Montcalm y, girando la vista hacia el sur, el camino de vuelta hacia los Estanys.
 




Lo mala es la ausencia de una plataforma cómoda para sentarse, y por tanto, después de hacer las fotos de rigor, no tardo nada en bajar de nuevo al Port de Sotllo. Una bajada tremendamente incómoda, donde hay que desgrimpar gran parte hacia atrás para no caerte de cabeza hacia abajo, y al final tardo más tiempo en la bajada que en la subida.

Faltan 50 metros para llegar el Port, y una cosa muy curiosa: Me he acercado a menos de 5 metros de 4 Isards y ni siquiera salen corriendo. Intento hacer el mínimo de ruido cogiendo la cámara, pero el velcro de la funda hace un ruido espantoso.
Aun así, los Isards ni se imutan y siguen mirando a los otros excursionistas a cierta distancia.


Ya solamente queda llegar al Port (6h55) y empezar la larga bajada al coche.
El primer tramo es una tartera más o menos cómoda que en algo más de media hora me lleva al Estany d'Estats, desde donde se puede contemplar la piedra rojiza del macizo de la Pica.




Un cuarto de hora más tarde se llega al Estany Sotllo, donde varios excursionistas hacen una siesta que luego les va a salir caro. Yo solamente quiero llegar al coche y acabar sano y salvo.
Nuevamente por los llanos de Sotllo, el puente sobre el río, y el incómodo tramo al refugio donde me cruzo con varios excursionistas que sin duda montarán la tienda en l'Estany d'Estats. Pobrecitos...

Yo no paro y es justo en el refugio cuando escucho los primeros truenos.
Todavía hace un sol espléndido, y no tiene pinta de cambiar. No obstante, sigo mi ruta al coche y tras 9 horas y 8 minutos por fin llego a mi SEAT y lleno de alegría le doy un beso en el cristal.
Literalmente con los labios contra el cristal siento como me mojan la cara las primeras gotas!

Me meto rápidamente en el coche y 5 minutos más tarde empieza a llover a saco, durante media hora.
Una suerte sin precedentes que muchos otros desde luego no han tenido hoy.

Teniendo en cuenta que me he perdido aproximadamente una hora, la ruta entera se podría hacer en unas 8 horas. En ningún momento he corrido ni trotado, pero por otro lado, este tiempo es prácticamente el tiempo neto, a buen ritmo, porque hasta el bocadillo me lo he comido caminando.

Una ruta recomendable, únicamente para los que no tienen vértigo (¡y llevar casco!) y seguir en todo momento los hitos para no pasar el mal rato que he pasado yo.






6 comentarios:

  1. Bueno tute.
    Pero lo del casco? Como es que lo llevabas?

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  2. De hecho, siempre lo llevo en el coche, junto con el disipador de Vias Ferratas.
    Leí unos blogs donde recomendaron el casco, y la verdad que en la subida de Gabarró te puede servir bien, con todas las piedras sueltas que van rodando hacia abajo.
    Además, siempre va bien un poco de falsa seguridad. Mentalmente...

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  3. Una bona aventura, una més per explicar. Algun que altre ensurt m'he emportat a la muntanya, però procuro evitar tots els trams aeris i les desgrimpades. Moltes vegades he renunciat a arribar a un cim perquè no m'ha agradava la situació.
    Un exemple clar, mai he travessat el Pas de Mahoma.

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  4. Doncs sí, però mentalment era més que un ensurt que no vull tornar a passar.
    Fa ja 10 anys que vaig anar a l'Aneto, però no recordo que era molt perillós el Pas de Mahoma. (més bé una molèstia haver d'esperar tant).

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  5. Dennis, sempre m'entren ganes després de llegir-te...sort de les dutxes fredes! Espero que la família et llegeixi d'aquí a uns anys ;)

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  6. Doncs sí, millor una dutxa freda, que no vull que et lesionis un altre cop 😉😉
    Per sort la família no sap ni que tinc blog... si no, no em deixaria sortir de casa mai.

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