Suelen pasar meses sin ir a la (alta) montaña, pero en Semana Santa siempre busco la zona de Aínsa o Boltaña para hacer algunas excursiones en una de las zonas más bonitas de los Pirineos.
Por algún motivo no encuentro la misma sensación de bienestar en Montserrat o el Montseny, y necesito ver los picos altos para enamorarme de nuevo de la montaña.
Total, que después de los 6 días en Boltaña de Abril, por casualidad me topé con una cursa que salía de Torla, que es la entrada del Valle de Ordesa y Bujaruelo. No lo dudé, iba a ser el 1 de julio, y una distancia a primera vista cómoda para mis piernas aptas para la pista de atletismo.
Los últimos meses había hecho tan solo entrenos de medio fondo en pista, y el único entreno de montaña fue la semana pasada con una tirada de 44 km desde Ribes de Freser, confirmando que mis piernas no estaban nada adaptadas al terreno montañoso.
Pero la idea no era de competir, sino de disfrutar de la zona de Bujaruelo con esta competición de "OS FORATOS DE LOMENÁS", en semi-autosuficiencia.
4h15 en coche para llegar el viernes a Torla, recoger el dorsal, asistir al Briefing donde nos dan la buena noticia de que NO hace falta llevar crampones (Menos mal!!), cenar un menú buenísimo en el mesón Sorrosal de Broto e ir al hostalito de Oto a 1 km de distancia.
Apenas pegué ojo, porque la tele del vecino estaba pegada a la pared donde estaba mi cabezal de la cama, y parece que el tío se quedó frito habiendo dejado la tele encendida toda la noche y por tanto yo escuchando las telenovelas desde las 02:30 que me desperté hasta las 04:45...
Nada, me ducho, me unto el cuerpo con crema solar, me preparo 4 rebanadas con mermelada y salgo para la zona de salida en Torla.
Petit comité, que tan solo éramos 200 corredores preparados para hacer la Ultra (sold out, eso sí)
Tras una revisión exhaustiva del material obligatorio (totalmente justificada al superar los 2700m de altura, aunque en cursa no necesité absolutamente nada de los 2÷3 kilos de peso extra), salimos puntualmente a las 06:00 desde la plaza de Torla para dar una pequeña vuelta e ir en ligera subida hacia el sur y posteriormente hacía el oeste para llegar al pueblo de vio tras poco más de 5 km y 48'.
Llenamos los Soft-Flasks y seguimos, ahora para encarar la subida al pico Mondiciero, que todos aquí llaman "Litro". Nada menos que 1050 de subida sin cesar hasta sus 2295 metros de altura.
Una primera parte por sendero, pero tras 500 metros, todo "campo a través" (tasca en aragonés).
No se ve demasiado bien en la foto, pero era durísimo.
Tardaría 1hora y 33 minutos para llegar arriba. Una mirada hacia atrás me confirmaba que no tenía demasiada gente detrás... quizás una quincena de corredores.
Así llevábamos ya 1300 metros positivos en tan solo 10 kilómetros y empezamos una bajada igual de incómoda. Con razón nos daban 18 horas máximo para acabar la cursa, puesto que en las bajadas no ganábamos casi nada de tiempo.
Eso sí, un sitio precioso
Una vez abajo en el refugio d'Abozo, en Soaso de Linás (1640) tuvimos el primer avituallamiento sólido y me hinché de melón y sandía que entraba de maravilla. Una Coca-Cola, Caldo, unos chuches y de nuevo al tajo.
Ahora tocaban casi 1100 metros de subido hasta el techo de la cursa, el collado de Tendeñera a 2700m de altura. Una primera parte por prados bellísimos (que las fotos no han hecho justicia), viendo pastar a centenares de vacas marrones.
Lo suyo habría sido dejarlo todo aquí y disfrutar de la mañana en este paraje paradisíaco.
Pero a pesar del cansancio...no eran ni las 10 de la mañana! Tocaba seguir.
Cada vez más árido, y cada vez más empinado, y cuando aun no vemos ni el collado (a més de una hora mía de distancia!!) ya escuchamos unos ruidos desde lo lejos retumbados por las paredes de la montaña. Nos acercamos por esta parte alpina (no era demasiado difícil, pero sí interminable) y cuando faltan unos 400 metros de desnivel vemos como un grupito de voluntarios se han formado encima del collado, haciendo un ruido atroz con un cencerro y gritando a pulmón a todos los que llegamos a la última parte del collado.
Cada paso es un suplicio, pero animados por este quinteto de voluntarios (no puedo agradecérselo lo suficiente) hacemos los últimos penosos pasos hacia arriba.
Los últimos metros empiezan a gritar mi nombre, cantando "campeones, campeones" y quiero decirles qué grandes son (hacía un viento frío y la temperatura era nada agradable) y agradecérselo, pero simplemente no sale ni un sonido de mi boca. No puedo...
Me giro la cara, porque no puedo evitar los lagrimones que salen de mis ojos, y en semi-silencio lloro como un niño pequeño una vez fuera de su vista. La grandeza de las cursas de montaña!!
Una hora y 50 minutos he tardado en la subida, y llevo ya 5 horas y nada más de 2400 metros positivos en tan solo 19 kms. Una exageración!
Ahora toca una bajada técnica y muy incómodo ladeando y con los tobillos todo rato en tensión por el peralte. Una vez abajo (~2200 mtr de altura) tenemos por fin un tramo cómodo en bajada, pero tras un km entrando en el valle de Otal de repente giramos hacia la izquierda donde nos tienen preparado un punto de agua. Just in Time! Lleno depósitos, y toca una subida de 160 metros de desnivel, pero con un último tramo de más de 45º. Una chimenea donde casi tenemos que grimpar para subir con un amable señor animándonos e informándonos por dónde ir y de paso hacernos unas fotos!! Enorme!
Tras este cuarto de hora de sufrimiento hacemos una bajada incómoda por el lago de Ordiso y hacia la parte baja del fondo del valle de Ordiso, donde pasamos por el puente sobre el río de Ordiso y así seguir por la margen izquierda hacia la cabaña del Bado de Ordiso a 1603 metros de altura.
De mientras con unas vistas espectaculares.
Han pasado 7h12, 28 kms, y sé que en breve llegará el primer corredor a meta... vaya tela!
Tras 6 minutos de rellenar los bidones y comer melón y sandía como si no hubiera un mañana salimos nuevamente para remontar el barranco del Cardal. No parece muy empinado, pero las piernas ya no quieren más, y veo como varias personas con dorsal bajan en dirección contraria. Intento animarles pero no hay forma... están hartos, mareados, y no piensan seguir esta tortura.
Nosotros sí, a ritmo de tortuga, por este exigente campo a través.
Tardo más de hora y media para llegar al collado de Cardal, a pesar de ser tan solo 800 metros de desnivel, pero el cuerpo está ya muy castigado. Luego vamos bajando ligeramente hasta la zona del lago de Bernatuera para inmediatamente después hacer la subida al pico del mismo nombre. Una dura pero cómoda subida de 160 metros por sendero hasta los 2530 metros de altura.
Le digo al voluntario que el pico en si no tiene mucho interés, y rápidamente me corrige explicando las vistas de todos los grandes tresmiles que se pueden ver desde este punto. Lamentablemente los tapan las nubes, pero aun así en la bajada he podido hacer alguna foto que nuevamente no hace justicia a la vista real.
Ahora queda una bajada muy, muy incómoda, campo a través sobre una ladera de más de 45º de pendiente. Mi pie choca una piedra y veo como va rodando a una velocidad cada vez más rápida más de un centenar de metros hacia abajo y decido bajar con todos mis sentidos para no ser yo el que vaya rodando hacia abajo de esta manera.
Por fin he llegado, y tras una pequeña subida a un pequeño collado bajamos ahora sí por GR hacia Bujaruelo. Las vistas siguen siendo preciosas pero me entra mal cuerpo al oír el helicóptero sobrevolando la zona de Bernatuera donde había estado hacía 20 minutos...
Tardo poco más de una hora desde el lago al puente de San Nicolás de Bujaruelo (1338m) y llegamos al 3 avituallamiento sólido. Han pasado 40 kms y llevo 11 horas de cursa.
Esta vez como además de Caldo, Chuches y Melón y Sandía también una rebanada de Pan con nocilla y la verdad que entra bien.
Quedan tan solo 13 kms y apenas 600 metros de desnivel.
Primero el cómodo sendero de la GR11, pero pronto nos desviamos hacia la izquierda para una muy dura subida subida de casi 300 metros de desnivel al Refugio de la Facha Guasa. La verdad es que el bosque no me resultó muy bonito y casi habría preferido ir por la GR hacia torla.
Seguramente era para darle un poco más de desnivel a la cursa, pero más bien restaba belleza.
Aquí me doy cuenta que he hecho la maratón más lenta de mi vida... 11h40!!
(Incluso en la VDA de 100 millas del año pasado tardé "tan solo" 10 horas).
Una vez llegamos al refugio, en un claro del bosque (este sí era bonito)
volvemos a adentrarnos en el bosque para hacer una bajada incómoda aunque rápida con por un manto de hojas de un palmo de alto por donde era imposible ver donde estaban las raíces de los árboles. No quiero ni pensar pasar por aquí de noche, pero deduzco que aquí todos llegarán de día.
Después volvemos a la GR11 y hacemos un par de kms antes de cruzar el río por el puente de Santa Elena y subimos por el otro lado del río por el paso de la Escala que no tiene mayor complicación.
Seguimos por un camino hasta entrar en la parte alta del camping, y poco después vemos ya al pueblo de Torla. Esto está hecho!! (pensaba)
Pero no, subimos por zonas desconocidas, subidas, bajadas y más subidas y cuando tras un par de kilómetros vemos que el pueblo está a tiro de piedra, de repente el camino se desvía hacia arriba, dirección contraria a la meta, y hacemos una lazada larga en dirección contraria.
Es una zona boscosa sin ningún interés pero ya debe de faltar poco.
Giramos, subiendo, y deduzco que ya no habrá más sorpresas. Pero sí, nuevamente hacemos un giro hacia la derecha, dirección contraria, y seguimos subiendo.
La verdad que es una zona más bien fea, y no encuentro más motivo para añadir estos "kilómetros chatarra" a esta cursa por lo demás tan preciosa que para llegar a los requisitos mínimos que exige la ITRA para dar los 3 puntos, por desnivel y distancia. Si no, no me lo explico. Estos kilómetros sobraban claramente.
Pero sea lo que sea, cada paso es uno menos, y cuando ya llegamos al punto más alto ahora sí es todo bajada, y queda una bajada de un kilómetro y 170 metros de desnivel negativo hasta el pueblo de Torla.
Acelero el ritmo para llegar con alegría y una sonrisa grande por el recibimiento tan caloroso en Torla.
Los niños chocándome las manos y los adultos aplaudiéndome y felicitándome y así por fin llego a meta donde el Speaker me da la bienvenida a Torla y me pregunta qué tal ha ido.
Han sido 13 horas y 41 minutos para hacer estos 53 kms y 4200 metros de desnivel positivo.
La Ultra de 50K más dura que he hecho nunca pero guapísima y con una organización y unos voluntarios de 10!! Muy, muy recomendable!
Como un plato de pasta que la organización nos ha preparado, una Coca-Cola, y rápidamente al coche que ya son las 20:30 y quedaban 3 horas y media de coche para llegar a casa.
(Esta vez sin sustos, y a las 0:00 sano y salvo en casa)