Este fin de semana pasada tocaba una nueva edición de la Ehunmilak de 100 millas (palabra en euskera que significa cien mil).
Me había inscrito ya en octubre del año pasado y desde entonces había sustituido el poster de Sharon Stone por éste con el perfil de los 171 kilómetros y sus 10500 metros de desnivel positivo (y negativo).
Siempre va bien el interiorizar la cursa, y además me motivaba en días de pocas ganas...
Así que el jueves salgo pronto del trabajo para almorzar con los chicos y despedirme de la Mònica y a las 17h30 cojo el coche para salir a Tudela donde pasaría la noche antes de seguir para Beasain el día siguiente para salir el viernes a las 18h.
No llevo ni 500 metros conduciendo y decido parar un momento (antes de coger la autopista) para conectar el Bluetooth. Y es en este momento que me llega un mensaje de la organización:
Debido a una muy previsible Dana, se retrasará la cursa de 100M al sábado por la mañana! Mierda!
Van a recortar la cursa a 125K, ya que tan solo quedan 31 horas para acabar antes del domingo 18h.
Me quedo con cara de tonto.. y decido volver a casa para pensar qué hacer.
Anulo el hotel a las 17h47, con un margen de 13 minutos.. buff. Aun he tenido suerte!
Busco otro hotel cerca de Beasain y encuentro uno en Zegama por 50€.
El viernes me levanto pronto y a las 08h salgo para Beasain para poder participar en la Pasta-Party, para así empaparme del ambiente. Dos buenos platos de paella y charlando un poco con los otros corredores.
Y la verdad que me sentía un poco como un farsante, un intruso en una fiesta donde no me había invitado nadie. Ves unos cuerpos de super-hombres, musculosos y secos y con mochilas tan ceñidas que parece que apenas pueda caber la manta térmica... Pero eh!! Un orgullo de estar entre ellos!
Hace un día estupendo, muchísimo calor (unos 33ºC) y no tiene pinta de que vaya a cambiar. Voy para Zegama para dormir (resulta que allí se hospedaban unos cuantos de la organización también) pero de repente a las 22 horas empieza a llover a saco con relámpagos, truenos y ráfagas de viento que dan miedo!!
Menos mal que tomaran la decisión acertada de aplazar la salida, que habría sido un drama enorme tener que buscarnos por los montes de allí con esta tormenta
(aparte de haberse anulado la cursa tras 4 horas de ultra).
Bien, el sábado 12 de julio me levanto a las 7 y tras una buena ducha me voy a Beasain para aparcar, desayunar y recoger el GPS. Ya se nota la tensión en el ambiente y sobre todo muchas ganas de empezar.
Finalmente recortaron a 125 kilómetros la cursa, y 7000 metros de desnivel positivo.
Un buen recorte, pero al meterme en el cajón, el señor que comprobó el material obligatorio me avisó que a pesar del recorte seguía siendo una Ultra muy larga.. Que no lo olvidáramos!!
A propósito, el control del material obligatorio era muy exhaustivo, tanto para recoger el dorsal como para entrar en el cajón de salida, como las 2 o 3 veces en los avituallamientos.
(Por otro lado, respecto a la ropa, tan solo exigían un chubasquero y mallas largas y un buff. Yo llevaba además una camiseta y un jersey térmico y pantalones chubasquero. Quizás al no sobrepasar los 1500m de altura no era necesaria en Euskadi... o quizás sean mucho más duros que nosotros..).
En el cajón disfrutamos de unas actuaciones típicas vascas, Txalaparta (drums), la Txirula (flauta), canto y luego un briefing de la alcaldesa en euskera. Ambiente auténtico!!
Pero los ánimos me bajaron un poco cuando a última hora advirtieron en castellano que muy probablemente se iba a pasar la zona del Aralar por debajo.. (es decir, no subir al Txindoki). Vaya...
Pero bueno... sonaba la música de la Conquista del Paraíso de Vangelis a toda hostia y ya estábamos todos en modo competición. Descuentan en euskera de 10 a 1 (creo) y salimos!!
Miles de personas aplaudiendo y Aupas! Realmente impresionante!!
Y quizás lo más bonito, que cuidan tanto al último corredor como al primero.
Sin ir más lejos, a mi me tocó el dorsal número 4 (seguramente por orden de inscripción), y creo que el ganador llevaba el número 312...
Un primer medio kilómetro por el pueblo, disfrutando muy emocionado de los aplausos, y enseguida giramos a la derecha, primero por asfalto y luego por caminos de tierra para subir fuertemente a Santa Agueda.
De los 360 inscritos, finalmente salimos 322 corredores (299 hombres y 23 mujeres), y me parecía prudente quedarme con aprox 2 tercios delante mío.
Al cortarse todo el bucle de Mandubia-Zumarraga-Madarixa-Azpeitia, fuimos más o menos directos hacia Zelatun. Un tramo que teóricamente era de 67,5 kms, pero ahora llegaríamos justo en el km 21.
Es un festival, porque en cada subida hay personas (random) sentadas y aplaudiendo como si fuéramos sus propios hijos... bien. Seguramente lo fuimos durante este día. Espectacular!
Tras unos 900 metros de subida (en dos tramos), llegamos al primer avituallamiento, y voy en la posición 220 de los 322. Bien!
Llega una bajada por un precioso bosque de haya, ya más espaciados, y enseguida llegamos abajo para volver a subir al Zelatun.
Se hace bastante bien, estamos frescos todavía, y por fin en el km 21 enlazamos en el punto de la ruta original. He tardado 3 horas y 8 minutos (pos. 201) para hacer esta media maratón y ahora tan solo quedan 104 kilómetros para llegar a Beasain.
Como un mini bocadillo y sobre todo mucha fruta (muchísima), que el melón y la sandía están buenísimos y entran de maravilla. Además... hay una humedad tan enorme que cada 15 minutos tengo que quitarme el buff de la cabeza y estrujarlo para sacar una cantidad ingente de sudor. Nunca he sudado tanto como hoy, aun cuando en Cataluña las temperaturas suelen ser mucho más altas.
Seguimos subiendo por una ladera muy empinada y bonita y con todo el valle mil metros más abajo a nuestra derecha. Un gozada de vistas en este tramo.
Subimos unos 200 metros más, por encima de los 1000 metros, y por fin la primera larga bajada hasta el pueblo de Tolosa, casi al nivel del mar. No sé, quizás unos 80-90 metros por de altitud.
Km 32, 4h47 y posición 188. Voy remontando!
Es el primer avituallamiento "con tenedor" y disfruto de un buen plato de macarrones y un gran trozo de tortilla de patatas con un par de vasos de Pepsi Cola. Como siempre entra de maravilla!
Más de uno se cambia de camisa y de calcetines y algunos incluso de bambas, pero yo soy un hombre simple y no suelo utilizar las bolsas de vida. Demasiada preocupación logística para mi.
Salgo, quizás demasiado rápido, porque hasta este km 32 todo ha ido super fácil, pero al salir tras 12 minutos noto que no soy apenas capaz de correr, incluso por el pueblo totalmente llano.
Voy sufriendo, y poco a poco me van adelantando varios corredores. No pierdo posiciones respecto a la llegada a Tolosa, porque todos ellos llegaron antes de mi allá, pero se quedaron más tiempo en el pabellón para digerir la comida. De hecho, en Tolosa abandonaron 15 corredores, de los cuales 7 delante mío.
Una penosa subida a Jazkue Gaina (km 43 -7h00 - pos. 178), y luego una relativamente cómoda bajada hacia Amezketa (km 51 - 8h17 - pos. 179).
Las comparaciones siempre son odiosas, pero puedo decir con total seguridad que aunque la Ehunmilak tiene unos 10 kms más y los mismos metros verticales, que esta ultra vasca es mucho más "fácil" de llevar que la del Val d'Aran. Si en Vielha iba toda la cursa con muy pocos minutos de margen respecto al tiempo límite, con subidas casi imposibles y bajadas aun más imposibles, ésta de Beasain es mucho más "corrible".. por llamarlo así.
En amezketa me paro 5 minutitos para llenar los bidones y comer más fruta y más tortilla, y me doy cuenta que este km 51 corresponde casi al km 100 de la cursa original (km 98).
Es aquí cuando empieza la cursa de verdad!
Los próximos 50 kms subiremos más de 4100 metros de desnivel positivo. Poca broma!
24 corredores decidieron que ya habían recibido suficiente castigo durante la primera mitad, y abandonaron en Amezketa. Unos 270 valientes seguimos, y con la muy buena noticia (no lo supimos hasta ese momento) de que al final el tiempo nos respetaba y que podríamos hacer el resto de la ultra sin más recortes, y por tanto subir por la zona alta del Aralar.
La primera etapa es hacia el Txindoki, un pico que desde Beasain parece imposible de subir sin arnés.
Pero curiosamente, se hace bastante bien. Es una subida constante de casi 1000 metros, pero sin inclinaciones exageradas. El camino hacia el pie de la montaña era uno de los momentos más emocionantes de la cursa, con centenares de chicos aplaudiéndonos, gritando nuestros nombres y chocando las manos. Era imposible luchar contra las lágrimas en este momento.. hay que vivirlo para saberlo. Un agradecimiento eterno!!
Subimos y subimos, en medio de una niebla muy densa, voy pasando a algunos chicos, y tras una hora y 3 cuartos llego por fin al Control de Txindoki (km 58 - 10h06 - pos. 161).
Era llegar al Control y subir 10 metros y por fin salimos de la niebla. Woww!!
Pensaba que se había terminada la subida, pero aun quedaban 400 metros de desnivel más para llegar a un pico cuyo nombre no recuerdo, pero que era una pasada. Unas vistas espectaculares, y eso que eran ya casi las 22h de la noche. Se ve que en esta parte de España al sol le cuesta ponerse...
Llenamos depósitos, y encaramos un tramo durísimo de casi 15 kilómetros.
Una primero subida muy directa por el bosque donde mis piernas me dicen que se acabó. No hay forma de moverme... Me bloquean las piernas, y no paran de adelantarme chicos. Por suerte, la gran mayoría son los de la cursa de 90K, la G2H, que coinciden con nosotros desde el Txindoki. Habían salido 8 horas más tarde que nosotros, pero por otro lado habían tenido 35 kms menos para llegar al Txindoki.
Total, un momento de crisis importante en este tramo de 900 metros de subida y 860 metros de bajada, pero por suerte tras 400 metros muy verticales el camino deja de subir. Ahora vienen 10 kilómetros que sobre el papel son planos, pero son 6 subidas y bajadas continuas, aunque bastante llevaderas.
Tras la 6ª bajamos en picado hacia Etzegarate, el segundo avituallamiento en pabellón con duchas y bolsa de vida y plato de pasta!! He tardado 3h12... pero por fin estamos:
Km 84 - 15h50 - posición 156.
Aquí en este pabellón habían 30 corredores que decidieron que ya habían tenido suficiente.
Por delante quedaban 20 kilómetros por el Aizkorri, de los más duros e incómodos, y sin escapatoria. (posteriormente tan solo abandonaron 4 corredores más).
Tocaron primero 10 kilómetros con 700 metros de desnivel -bastante llevaderos- hacia San Adrián (km 94,5 - 18h15 - pos. 132) e inmediatamente después una durísima subida barranco hacia arriba, lleno de piedras, hacia el Aizkorri. A pesar de mi vergonzosa lentitud, tan solo me adelanta una corredora de la cursa larga, y totalmente exhausto llego a la zona alta. ¡¡Pero qué bonita!!
Justo en este momento sale el sol y podemos ver como flotamos por encima de un mar de nubes, con la luna claramente visible. Como siempre, las fotos no hacen justicia a la belleza del momento.
Me ha llevado una hora y 45 minutos para llevar aquí, y cuando piensas que lo peor ha pasado, ahora toca una bajada tremendamente penosa y peligrosa. Bajamos por un camino lleno de piedras redondas, y con todo el barro de las zapatillas y la humedad del terreno, se hace el camino resbaladísimo. Aun suerte que ya es totalmente de día...
Voy con mil ojos y aun así no evito una caída sin grandes consecuencias.. Pero estoy avisado y aun bajaré un poco más el ritmo para sobrevivir este tramo. (es aquí por donde Kilian baja volando??)
Una vez bajados los 300 metros, volvemos a subir 200 metros por una zona de césped muy cómoda y después ya sí la bajada hacia Oazurtza, km 105 - 21h50 - pos. 138.
He perdido 6 posiciones pero estoy contento porque ahora sé que voy a llegar y bien!
La penúltima etapa es corta, tan solo 9,5 kms, y muy corrible. Tardo justo 90' para hacer este tramo y tengo el gusto de adelantar a 4 'contrincantes' antes de llegar a Mutiloa, el penúltimo avituallamiento.
Tan solo quedan los últimos 12 kilómetros. Esto está hecho!
En el avituallamiento le comento a un chico alto (David) que me gustan sus calcetines de los Rolling Stones, charlamos un rato, y sin darnos cuenta hacemos la última etapa juntos!
A falta de 8 kilómetros me tuerzo fuertemente el tobillo, causando una fuerte caída, pero por suerte sin consecuencias. Hay que seguir concentrado hasta el último metro!
Esta etapa tiene todavía 400 metros de desnivel positivo y cada vez que parece que empiece la bajada hay otra subidita intermedia... se hace largo, pero adelantamos a dos chicos más y por fin empieza la incómoda bajada hacia el pueblo.
Una vez llegando al pueblo vemos el cartél de 2 kms, que pasan íntegramente por el pueblo de Beasain, y prácticamente planos. David está más fuerte que yo y sale para adelante y yo voy trotando como buenamente pueda.
Mis piernas piden un descanso, pero durante estos 2 kilómetros es un sin parar de ánimos del pueblo de Beasain. Es imposible no correr con los aúpas de los vecinos.
Cada vez más cerca de la meta y cada vez más gente... realmente impresionante!
Faltan 350 metros y saco la cámara para grabar esta llegado tan triunfal.
Pero... ¿realmente saben que no voy a hacer podio ni estar cerca de él? ¿Realmente no saben que soy un don nadie de tierras lejanas? Pues.. aparentemente no, porque me aplauden como si fuera familiar suyo, como si fuera un amigo de toda la vida, como si hubiera hecho un gesto altruista para ellos que les haga vivir su vida mejor.
No doy crédito, y con lágrimas en los ojos llego 100% feliz al cruzar la meta en 25h19:59.
No importa el tiempo, ni la discreta posición (pos. 132). Lo que importa es haber podido vivir este momento tan memorable! Felicidad al 100%.
Queda una buena ducha, un buen plato de comida... y otro plato..., y viendo que son las 14h y que a esta hora no hay hoteles para dormir, decido volver a Sant Feliu en coche... aunque tuve que para 6 veces unos minutos para cerrar los ojos y espabilarme un poco. Pero a las 20h30 llegaba sano y salvo a casa.
Pensando ya en la próxima...
Aquí un video de 16 minutos para tener una impresión más visual:
Bona experiència. Mira que ens agrada patir!
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