miércoles, 1 de noviembre de 2023

Viaje de 8 días a Islandia - Parte 4/4 : Fjordos y retorno a Keflavik


Nos despertamos el jueves 12 de octubre y vemos que está cayendo una tormenta de mucho cuidado.
Nuevamente temperaturas por debajo de 0º y un viento de más de 100 km/h. Miro el estado de las carreteras en road.is y otra vez emiten una alerta naranja... esta vez por viento y nieve.
Le pregunto a la recepcionista del hotel si con mi coche es posible pasar, y se mete dentro de la tormenta para comprobar mis ruedas... Están bien, dice, que son neumáticos intermedios?!? Llama a Tráfico y le pregunta a la DGT de allí si se puede subir por los fjordos a Egilstadir, la parte norte. Le comenta que sí, pero con mucho cuidado... 

Desayunamos bien, y cogemos el coche... con bastante miedo.

Tras una horita de lluvia llegamos a la zona 'divertida' de baja montaña y apenas vemos los palos de color amarillo a los lados de la carretera. Por suerte somos pocos los coches que nos cruzamos y vamos haciendo... 

De los fjordos vemos más bien poco, solamente los contados pueblos pequeños pescadores donde hacemos ocasionalmente una foto.






Y así llegamos sobre las 14h30 a Egilsstadir y después bordeamos un lago de aprox. 40km de largo donde está el único "bosque" de toda la isla. De hecho, en Islandia tienes casi siempre una vista de más de 40 kms, porque por un lado es muy plana (a pesar de las centenares de montañas) y además no hay ningún árbol dispuesto a sufrir el clima islandés. 

Hoy vamos con tiempo y buscamos un restaurante que casualmente está a 10 kms de nuestro apartamento. Llegamos a Klausterkaffi y pedimos una deliciosa Sopa de Marisco con una Tarta de arándanos. Como siempre podemos repetir... que hacemos gustosamente!


En el restaurante vemos un folleto de la zona y vemos que estamos al lado de la 3a cascada más alta de Islandia, Hengifoss de 122 metros de altura.

Salimos rápidamente, y aparcamos a las 16h30 en el parquin que en verano debe de estar a rebosar. Es una subida de mínimo una hora, pero no nos queda tanto tiempo de luz. Así que voy trotando hacia arriba y así también entro en calor. La Mònica ha tenido un corte de digestión y va subiendo lentamente hasta encontrarme a la vuelta. Voy subiendo rápido, pero tras media hora ya veo la cascada pero aun faltan 2 o 3 kilómetros llaneando para llegar a ella. El viento es tan fuerte que apenas soy capaz de hacer unas fotos... cogiendo el móvil con ambos manos para no perderlo. 
 



Cuesta creerlo, pero en verano se ve más o menos así:


No tiene sentido seguir, y voy corriendo hacia abajo y por fin llegamos a nuestro apartamento Hengifosslodge, una casita con vistas a la montaña y al lago. Sin duda la mejor estancia que tuvimos en Islandia. Más acogedor imposible!


El día siguiente, viernes 13 de octubre 2023, tocaba deshacer todo el camino hacia Skógar, unos 600 kilómetros y 8 horas de viaje. Por la mañana nuevamente tuve que sacar el hielo del parabrisas, y en la zona montañosa la visibilidad era absolutamente nula..




Por suerte, después de la zona de montaña (hablamos de quizás 300÷400 metros de altura máximo!!), el tiempo se despejó y tuvimos buen tiempo durante gran parte del viaje.

Incluso nos llevamos a una chavala de Australia llamado "Max" que estaba haciendo autoestop, y que se quedó con nosotros durante casi 400 kms. Dejó incluso sus dos mochilas (todas sus pertinencias) en nuestro coche cuando paramos en Jökulsárlón para ver de nuevo los Icebergs. 









Después tocaba una noche en un hotel Drangslid, donde cenamos muy, muy bien, y notamos que todos estaban nerviosos, mirando al móvil. Resulta que por fin era una noche con el cielo claro y en las aplicaciones de las Auroras Boreales la gente estaba mandando fotos de auroras a poca distancia del hotel.

Así cogimos el coche y estuvimos una hora esperando en coche pero no había forma. Además, todos los turistas de Islandia tenían el mismo plan que nosotros, y fuimos todos nosotros mismos los que iluminábamos a todos nosotros mismos con los faros de nuestros coches, así imposibilitando una zona oscura de verdad...

Pues nada, a dormir, que el sábado tocó nuevamente madrugar pronto y a las 06:30 ya estábamos en nuestro Duster para hacer el último trayecto a Rental Cars del aeropuerto de Keflavik.

Adiós Islandia.... hasta pronto!!


Antes de poner las últimas 8 fotos, algunos datos del viaje:

Islandia es un país caro, muy caro, pero aun así el coste total no ha sido demasiado exagerado. Aparte del Blue Lagoon que sí nos costó caro (casi 180 € los dos), por lo demás apenas no gastamos nada.
No visitamos ningún museo, puesto que Islandia en sí es ya un museo enorme al aire libre. 

No aceptan Euros, y no me llevé ni una corona islandesa (ISK) tampoco. TODO con VISA... que de hecho en toda la semana no toqué ni vi ningún billete ni moneda islandesa. Ni falta que hacía...

La comida es bastante cara, pero la suma de todas las comidas no sobrepasó los 250 €. Básicamente porque 4 noches teníamos cocina en el apartamento, y los otros días pasábamos con 1 sola comida, y muchas veces con una sopa más que contundente (que podías repetir) ya teníamos más que suficiente. Además, al sentarte ya te ponen un litro de agua y dos vasos... y luego, si no dices nada tú, ellos no te preguntan si quieres beber otra cosa. Gracias a mi reciente abstinencia me ahorré mucha pasta.

La gasolina es algo caro, unos 2,20 €/L, pero al no sobrepasar los 90 km/hora el consumo es bastante barato. Hicimos 2200 kilómetros con 121 litros de Gasoil (5,5 litros los 100 km). 267€.

Hay una sola carretera "nº 1" que rodea toda la isla, pero tan solo entre Keflavik y Reikiavik hay un tramo desdoblado. En todas las demás zonas esta carretera principal es de un solo carril por dirección, y pasamos decenas de puentes donde ésta se estrechaba a un solo carril para ambas direcciones. No es ningún problema, porque hay pocos coches (al menos en octubre), pero hay que pensar que la velocidad media es mucho menor de lo que te puedes imaginar. Tampoco hay prisa, que la idea es de disfrutar de la naturaleza....

Hay que pagar parquin en las zonas turísticas, 5€, 7€... pero no me sabía mal, porque este dinero lo utiliza el gobierno para el mantenimiento de los caminos peatonales etc..

 En total nos gastamos para los 2:

* El viaje en avión: 990€.
* 8 Noches de hotel-apto: 997€. (reservado y pagado con muchos meses de antelación)
* Car Rental, DC Duster: 835€. (caro pero con TODOS los seguros, a todo riesgo, sin depósito)
* Blue Lagoon: 179€.

y con la VISA en Islandia:

* Gasoil 2200 km: 267€. 
* Parquin (8x): 45€.
* Compras de comida en el súper: 122€.
* Comidas/Cenas: 248€.
* Tomar algo (Choco caliente, etc..): 18€. No había tiempo para más.
* Souvenirs: 139€. 
* TOTAL: 839 €.

Curiosidades: Yo soy de comer y beber mucho, pero quizás fue el frío o la emoción, pero podíamos pasar todo el día (de 8h a 20h) con un simple bocadillo, 4 galletas, y una botella de medio litro de agua. Pero por contra necesitábamos hacer pipí cada 2 horas!!  Todo el líquido retenido de España lo perdí de golpe y con eso 2÷3 kilos... sin esfuerzo.

Nada más...!!























Viaje de 8 días a Islandia - Parte 3/4 : Etapa reina Eyjafjallajökull - Jökulsárlón


Tras el revés del día anterior, cuando nos cortaron la carretera y nos quedamos sin poder dormir en el hotelito más bonito y más caro del viaje, situado en Vík, en el extremo sur de la isla,

no nos quedó otra que hacer una doble jornada de coche, unas 6 horas largas, y con 9 visitas pendientes.

Por tanto, el miércoles 11 de octubre nos levantamos a las 05:00 de la mañana para salir a las 06:00 en punto hacia el primer destino, todavía de noche.
No se veía gran cosa, pero a todos nos suena este gran volcán (no tanto el nombre), porque fue la erupción que en el año 2010 dejó a medio europa sin poder volar.

El famoso volcán Eyjafjallajökull (Eyja=Islas  Fjalla=Montañas   Jökull=Glaciar), que según Wikipedia

 arrojó unos 250 millones de metros cúbicos de ceniza volcánica a la atmósfera, llegando a una altura de hasta once kilómetros​ y extendiéndose por un área de miles de kilómetros cuadrados,​ causando la interrupción del tráfico aéreo en el noroeste de Europa el 15 de abril de 2010, el cierre de aeropuertos y el espacio aéreo sobre la mayor parte del norte y centro de Europa, así como la cancelación de más de 20 000 vuelos

Unas fotos y a seguir la ruta



La segunda etapa era la gran cascada de Skógafoss. No tiene una altura exagerada, tan solo 60 metros, pero el caudal es realmente impresionante. Un ruido ensordecedor del agua e imposible de acercarse demasiado. Además, había una subida de 466 peldaños para ver la cascada desde arriba, cosa que también valió la pena. En el corto vídeo se aprecia quizás mejor.









Ya empezaba a hacerse de día y tocaba la tercera parada, la lengua del glaciar Mýrdalsjökull. 
Sin piolet ni crampones no podíamos meternos mucho más para dentro, pero aún así la zona glaciar era tan grande que durante 20 minutos nos perdimos la Mònica y yo, cada uno por un lado. 






Nos habría gustado quedarnos mucho más tiempo, porque nuevamente las fotos no hacen ninguna justicia a lo bonito que era, pero como ya dije, el tiempo apremiaba y teníamos que seguir con esta etapa reina, sin tiempo ni para parar a comer.

La 4a visita era el Faro de Dýrhólaey, a pocos kilómetros de la 2a ciudad de Islandia (Vík) y con unas vistas espectaculares sobre el glaciar Mýrdalsjökull y la playa y el Océano.
Por suerte. la misma carretera llegaba hasta arriba de todo, con un parquin al lado del faro, y por tanto no perdimos mucho tiempo en esta visita.





A la vuelta vimos una zona con una muy fina capa de agua que nos permitió hacer unas fotos muy artísticas.




Un cuarto de hora más tarde llegamos a Vík (sí, donde deberíamos haber dormido la noche anterior) y es un pueblo de lo más bonito, encajonado entre montañas de color verde... muy similar a la Isla de Skye de Escocia, pero todo mucho más grande. Vík es famoso también por sus playas de arena negra.




Ya eran las 11:30 y aprovechamos que Vík sí tenía un súper para comprar rápidamente unos bocadillo y una botellita de agua.
Y acto seguido un largo y bonito trayecto de una hora en coche hacia el desfiladero de Fradrárgljúfur.
No se hacía nada pesada, porque las vistas por el camino son preciosas, por un lado las montañas de color verde, y por otro lado los interminables campos de lava de Eldhraun... no se acaban nunca.
565 kilómetros cuadrados de lava, solamente lava, del volcán Laki que erupcionó en el año 1783 y que según Wikipedia   

comenzó el 8 de junio de 1783 y duró ocho meses, hasta 1784. Esta erupción expulsó unos 14 kilómetros cúbicos de lava basáltica y nubes tóxicas de ácido fluorhídrico y dióxido de azufre que acabaron con 9000 islandeses​ y más del 50 % del ganado de la isla.

La nube que generó bloqueó los rayos del sol considerablemente. Esto, junto los gases tóxicos y cenizas que cayeron sobre los campos durante 8 meses produjo desastres en las cosechas. Lo anterior devino en una hambruna de alrededor de tres años en todo el mundo, que mató aproximadamente a seis millones de personas. Se ha descrito como «una de las mayores catástrofes medioambientales en la historia europea».


¡¡Inimaginable!!
Lástima que no habían muchos sitios para parar y contemplarlo... además, la prisa nos tenía atados y por desgracia no podíamos estar en todos los sitios a la vez.

Así llegábamos a la 6a visita, Fradrárgljúfur, una lugar no muy concurrido, y de hecho no estaba ni indicado en la carretera. Por suerte GoogleMaps nos llevó sin problemas y tras pagar nuevamente el parquin a través de la aplicación, pudimos estar una hora subiendo el camino por encima del desfiladero. Aquí tampoco faltaban las cascadas, omnipresentes en Islandia.
Con un poco de imaginación se podían ver los elfos saliendo de los recovecos...





La siguiente etapa eran 45 minutos de carretera hacia el glaciar más grande de Islandia y de hecho el más grande de Europa, el Vatnajökull. Nada más aparcar teníamos una vista muy buena hacia el glaciar, detrás de las primeras montañas ennegrecidas. Después tocaban 40 minutos de agradable paseo en subida hacia la cascada de Svartifoss. Una cascada con la característica de tener sus columnas de basalto. De hecho, la gran iglesia de Reikiavik está basado en esta cascada.






A la vuelta nos dimos cuenta de lo plano que es Islanda, fuera de las montañas y volcanes. 
Una planicie hacia el gran Océano Atlántico. 



Ya eran las 15:30 y cada vez quedaban menos horas de luz. Así que bajamos medio corriendo y directamente al coche para visitar la lengua del glaciar Svinafellsjökull.
Justo al lado está la lengua más grande y famosa de Skaftafellsjökull, pero nos conformamos con el más pequeño, que además tenía el parquin más accesible. 







Ya eran las 17h y aun nos quedó la visita más importante, después de otros 45 minutos en coche.
Empezó a escurecerse ya, pero a las 17h45 llegamos a Jökulsárlón, uno de los sitios más bonitos y mágicos que he visto jamás. 
Es una zona donde el Glaciar está a punto de unirse con el Atlántico o Mar de Noruega, y en el lago que los separa se forman unos grandes bloques de hielo, icebergs, que van flotando en el lago. Hay una cámara fija que graba vídeos diarios, y es muy curioso de ver cómo los Icebergs van cambiando de sitio durante el día (hay videos de un minuto o 2 donde se ven los movimientos durante un día entero).

Quedaba poca luz, pero el crepúsculo daba un tono más azulado a los bloques de hielo y tenía un encanto especial. Fantástico








Tras una hora de disfrute de esta obra de la naturaleza ya no nos quedaban más fuerzas, y tan solo quedaba la hora de coche hacia Höfn, un pueblo pescador.

Fuimos directamente al primer restaurante que encontramos, en el puerto, y pedimos lo primero que vimos en la carta (como siempre poca variedad).

Eran las 20h...14 horas de excursiones, con tan solo una botellita de agua y un bocata todo el día....
Una Ultra de verdad!

Con gula jalamos este suculento plato de Langosta con Pan, la especialidad de Höfn. 
Por fin una comida caliente...