Mitja Vendrell

El domingo se celebró la 30ena edición de la Mitja Marató de Vendrell.
Qué decir: ya comenté en la entrada anterior que la participación iba en descenso, pero esta vez ha tocado fondo. Con un total de 109 finishers de la Mitja + 77 finishers de la cursa de 10K (una 'vuelta') parecía más una cursa de pueblo de hace 20 años. Una verdadera lástima!

Me supo mal, porque habían sin duda más voluntarios que corredores, y la verdad es que se dejaron la piel para animarnos (algunos no pararon de llamarnos por nuestros nombres y gritarnos hacia arriba) en las muchísimas cruces que tenía el circuito. Imposible perdernos!

La semana antes de la cursa hice 13 kms insulsos el martes, y 4 duras series de 2000m el jueves.
Aunque el objetivo era hacerlas todas a 7:30, me quedé a algunos segundos del objetivo, y además con las piernas muy cansadas.

No obstante, gracias a la fantástica recomendación de Ferran, estuve leyendo (devorando) el libro de Charlie Spedding, From Last to First (Ferran lo explica mucho mejor en su blog) y gracias a esta lectura comenzaba con aun más ganas de correr la media maratón.

Me levanté con ganas, y la primera buena noticia viene de la báscula: Tras 2 meses por fin he llegado a los 78,0 kilos! Todavía 2 kilos más que en el mes de julio, pero al menos pude bajar los 3,6 kilos que me molestaban. 4 rebanadas de pan de grano completo con mermelada, una botellita de Recuperation y arranco el coche.



Salimos a las 09:30, sin nervios, porque pude ponerme en la tercera fila, y además no conocía a nadie. Los primeros dos kilómetros parecía que no había gravedad. Fue un trote rápido pero pasaba el km 2 en 8'00". El objetivo inicial era hacer alrededor de una hora 28÷29, pero teniendo las piernas tan frescas ya pude soñar con una marca de 1h26 o incluso más rápido.

Seguimos alejándonos un kilómetro más del Vendrell, hasta el km 3 cuando hacemos un giro de 180º y de repente saltan todas las alarmas. Las piernas ya no van tan bien, y lo que parecía ser llano resultaba ser bastante inclinado. Y lo que parecía ser la ausencia de viento, resultaba ser un viento más que molesto. Intento seguir un grupito de 4 corredores, pero un km más tarde ya les tengo que dejar... y desde este momento me encuentro totalmente aislado y con un cuerpo que está pidiendo la hora.

Sigue subiendo hasta el km 7, y el ritmo baja a 4'25", a pesar de los ánimos de los voluntarios.
Hace un poco de calor, tampoco demasiado, pero las piernas no quieren. Finalment llego al km 10 (digamos, tras una primera vuelta) con 43:19. Sub 90' imposible, y pensando en un 1h32.

Pero cada vez estoy más desmotivado, y cada vez me encuentro más flojo.
En el km 17 me adelantan hasta 4 corredores, e incluso en el último km 3 más...
Gracias a que el circuito era tan corto (20,96 kms de Forerunner, es decir, unos 300 metros cortos), pude bajar de la hora 34.
En resumidas cuentas, tiempo final 1h35 !!!
Un nuevo peor registro en media maratón en 6 años... Aun estoy buscando excusas.

Respecto al libro, From Last to First, me ha gustado mucho, por el estilo tan cercano de escribir de Charlie Spedding, bastante irónico también lo que hace la lectura muy amena.
Evidentemente, el título es un poco engañoso, porque a pesar de haber llegado una vez último de su clase en una carrera de 100 metros, muy poco después ya destacó en las distancias más largas (hablamos de millas, no de maratones todavía).

También es un clásico que según él, no tenía nada de talento... He leído ya algunos libros de grandes maratonianos, y todos, sin excepción, sostienen que no tenían un talento natural... ni Bill Rodgers, ni Salazar, ni Beardsley, ni Spedding, ni nadie.

(yo por contrario, creo que sí tenía un talento natural (relativo, claro), y por eso no entiendo por qué no puedo sacar más partida de ello,  Por eso la insatisfacción eterna :-))

Pero hace pensar mucho el capítulo en que describe como una tarde en un Pub -no le daban asco las cervezas- se planteó qué quería hacer con su vida atlética (ya no era tan joven), y decidió que su objetivo -aunque lejos de parecer realista para todos los demás- era conseguir una medalla olímpica, con algunos logros intermedios necesarios para poder siquiera llegar a participar, evidentemente.

Demuestra en el libro que en gran medida fue por su "programación" del cerebro, viviendo durante algunos años con un único objetivo que era llegar a los Juegos, y ganar la medalla. Todas las células de su cuerpo estaban remando en la misma dirección, dirigido por su cerebro, para poder conseguirlo. Incluso tras unos resultados nefastos a pocas semanas de sus carreras más importantes, el 'cerebro' no falló en los momentos supremos.

He pensado mucho en esta "táctica", pero también he visto que no puedo, ni quiero comprometerme de esta manera:
¿Quiero bajar de las 3 horas? Por supuesto.
¿Quieres algún día bajar de las 2h48, sub 4'/km durante 42km? Sí, por supuesto también.
Pero no estoy dispuesto a que sea mi objetivo final!!
Mi objetivo real es poder disfrutar del atletismo muchísimos años más, y mucho más importante para mi es poder hacer una maratón con p.e. 70 años, aunque tarde 5÷6 horas.
Quizás por este mismo motivo no seré nunca capaz de sacar el máximo provecho.... casi como si quisiera fracasar en mis intentos para poder buscar una nueva revancha contra mi mismo.

Dicho esto, un gran libro, que sí me ha convencido de la fuerza mental del Running, y donde explica de una manera natural el por qué, por qué, por qué los mejores atletas europeos de la Maratón de este siglo, son tanto más lentos que los mismos de hace 30 años, a pesar de disponer de todos los medios actuales (fisios, psicólogos, tecnología (piensa en el Oregon Project, p.e.), entrenamientos, etc...)  Probablemente también da la respuesta al por qué los Keniatas, Etíopes, etc... nos están dejando en ridículo actualmente.